SILVESTRE REVUELTAS (1899-1940)

Redes, Suite orquestal

  • Los pescadores; Funeral del niño; Salida a la pesca
  • Lucha; Regreso de los pescadores con su compañero muerto

Silvestre Revueltas y su violín. San Antonio, Texas (ca. 1920)

Uno de los máximos compositores que ha dado nuestro país, Silvestre Revueltas, autor del célebre Sensemayá, fue solicitado en diversas ocasiones para escribir música para el séptimo arte: el cine.

Hacia el año 1934 llegó a México Paul Strand, fotógrafo estadounidense quien deseaba realizar una película sobre la vida de los pescadores mexicanos, particularmente alrededor de los conflictos que existían entre ellos. El nombre del proyecto inicial sería Pescados.

Al respecto de este trabajo, el docto experto revueltiano Eduardo Contreras Soto ha aportado un interesante escrito que vale la pena citar casi de forma integral: “(Este documental) iba a llevar la música de su amigo Carlos Chávez, quien se hallaba entonces en condiciones muy favorables para producir la película porque dirigía el Departamento de Bellas Artes de la SEP. La película no fue como iba a ser, porque diversas modificaciones administrativas, así como las necesidades directas y reales que el rodaje de la película fue planteando a sus creadores, la convirtieron en una historia de ficción -conservando sin embargo una fuerte verdad documental, de un argumento que partía de los hechos reales- que terminó por dirigir Fred Zinnemann con Emilio Gómez Muriel y que llevaría finalmente música original de un recién invitado: Silvestre Revueltas. La película incluso cambió de nombre: se llamaría Redes.

“En su ilustración de la vida cotidiana de los pescadores de Alvarado, Veracruz -actuada, y no tan mal, por ellos mismos-, Redes expone los conflictos obrero-patronales con marcado énfasis en la lucha de clases y no poca verdad social. En cuanto a los valores estéticos de la película, la afortunada combinación del ojo de Strand con el oído de Revueltas sintetizó con gran fortuna un efecto común que hasta la fecha nos hace mirar esta película impulsados por una irresistible atracción. El compositor estuvo algunos días en Alvarado durante el rodaje de la película, y compuso algunos materiales entonces, pero realizó toda la partitura definitiva con base en la película ya editada. Según el testimonio de su amigo y colega Eduardo Hernández Moncada, tuvo una moviola en su casa durante el tiempo que compuso la música, de modo que podía ver repetidamente la película y no una sola vez como empezaba a hacerse usual en la producción fílmica industrial; sin duda esta revisión detenida de las imágenes de Strand y de la fuerza argumental le permitió al compositor encontrar el ambiente sonoro más adecuado, el cual se vio beneficiado por el hecho de que el estilo de filmación generó un diálogo muy escueto en general, y muchas escenas tenían por único sonido la música, la cual adquiría así un protagonismo que el sentimiento revueltiano volvió intensamente dramático. La película se estrenó en Alvarado el 4 de junio de 1936, pero ya Revueltas había estrenado una suite de concierto de la música incidental un mes antes, el 12 de mayo, en el Palacio de Bellas Artes, al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional -entonces la rival de la Sinfónica de México, de Chávez.”

Revueltas actuando en la película «¡Vámonos con Pancho Villa!» como un pianista de cantina. 1935 (Acervo de la Cineteca Nacional)

Curiosamente, según se conserva por comentarios de la época, la película Redes fue un rotundo fracaso de taquilla, por lo que fue condenada al olvido (algo que ha terminado en fechas recientes, quizá por el valor documental de ella y la belleza de su cinematografía). Antes de que la fantástica música de Revueltas se fuera a habitar en algún olvidado cajón como ocurrió con la película enlatada durante décadas; el director de orquesta Erich Kleiber, quien siempre adoró y veneró la música y la personalidad de Revueltas, puso manos a la obra en 1943 para realizar una suite sinfónica de algunos fragmentos importantes de la música cinematográfica. Y, de hecho, ésta es la versión que se interpreta con más frecuencia en las salas de concierto y grabaciones, aunque es importante señalar el trabajo que hicieran en 1993 Enrique Arturo Diemecke y Eduardo Neri al recuperar mucha de la música original y hacer una Suite más completa y sólida de Redes. En 2002 el oboísta, musicólogo y experto revueltiano Roberto Kolb presentó una Suite cinematográfica sobre Redes, en la que recupera una parte sustancial de la partitura completa de la película y que, en voz del propio investigador: “(este trabajo vuelve) al concepto original, menos patético, menos engolado, conciso y más compacto en su formulación, como lo fue siempre la obra de Revueltas.” Dicha versión fue presentada en Guanajuato ese mismo año con la Sinfónica de la Universidad de Guanajuato y posteriormente plasmada en un disco compacto.

Sin embargo es ocioso hablar de película y música como un eslabón inseparable. Al respecto, Eduardo Mata dijo: “Redes tiene un gran valor autónomo, independiente de la película. En general, la música cinematográfica de Revueltas, compuesta por imperativos económicos, es muy inferior a su música de concierto, pero Redes es la excepción. Como música incidental, funciona porque complementa perfectamente las imágenes de la película de Zinnemann, y ayuda dramáticamente. Pero igual que sucede con la cantata Alexander Nevski, extraída por Prokófiev de la música para la cinta de Eisenstein, lo que es interesante en Redes son sus valores musicales intrínsecos, evidentes a la luz de la suite que conocemos ahora. Creo, además, que en Redes la presencia de Stravinsky es tanto o más fuerte que en el resto de la producción de Revueltas.”

Revueltas (1937)

La noche de los mayas

  • Noche de los Mayas
  • Noche de jaranas
  • Noche de Yucatán
  • Noche de encantamiento

En las primeras décadas del siglo pasado muchos de los grandes compositores de música de concierto fueron convocados (y enamorados perdidamente) por los pujantes directores cinematográficos para adentrarse en la aventura que ahora y entonces significaba el llamado “Séptimo arte”. El caso de Revueltas en el cine mexicano es de gran relevancia, ya que su talento fue requerido no sólo para la obra que hoy nos ocupa, sino también para cintas memorables como Redes (de Fred Zinneman) y Vámonos con Pancho Villa.

La noche de los mayas era el título de la película de Chano Urueta del año 1939, para la que Revueltas también fue solicitado, y contó con colaboraciones geniales de Antonio Mediz Bolio (encargado de escribir el argumento y los diálogos de la cinta) y Gabriel Figueroa. Igualmente, las actuaciones de Stella Inda, Isabela Corona y Arturo de Córdova, y el hecho de haber sido filmada en escenarios naturales de Yucatán, fueron ingredientes importantes para hacer de esta película una verdadera pieza de arte.

Silvestre Revueltas. Fotografía de Manuel Álvarez Bravo

Eduardo Neri cita a Jorge Ayala Blanco con respecto a dicha pieza cinematográfica: “(Este filme) ve a los indígenas (mayas) como hombres superiores, especie de seres sagrados que se oponen acertadamente a la mezcla de razas. Los indios sólo esperan el dictado de los dioses para sacudir(se) la inercia, rebelarse y efectuar el desquite contra los blancos, que los han sojuzgado. (…) La cosmogonía y los ritos constituyen lo más relevante de la condición de los indígenas.”

Revueltas escribió 36 secuencias musicales para dicha cinta, que por su enorme poderío fueron tomadas por el eminente director de orquesta José Ives Limantour y dispuestas en una suite orquestal que rebosa fuerza y belleza. La pregunta surge entonces: ¿Por qué el mismo Revueltas no tomó dichas secuencias y las ordenó en una suite, con sus propios medios? La respuesta es franca y tajante: a Revueltas no le interesó nunca el gran formato del tipo de una sinfonía o una gran suite. Si recordamos, la otra de sus músicas más conocidas para el cine –Redes– sobrevivió en algún momento gracias a la edición del director Erich Kleiber, quien era gran adorador de las creaciones del duranguense. En el caso de Limantour con La noche de las mayas, él decidió apegarse de cierta manera a la secuencia original de la película para que la música original no perdiera ni fuerza ni coherencia. Eso sí: Limantour tuvo definitivamente la intención de que su trabajo sonara a una gran pieza orquestal, que constituyera un enorme lienzo sonoro que, hasta nuestros días, sigue siendo comparado con las grandes obras de los muralistas del período nacionalista en México. El estreno definitivo de La noche de los mayas ocurrió casi cuarenta años después de la muerte de Revueltas, el 31 de enero de 1960, con el propio José Ives Limantour dirigiendo a la entonces Sinfónica de Guadalajara en el Teatro Degollado de la capital jaliciense.

Así, el proyecto de Limantour a partir de Revueltas puede tomarse, como bien indica Eduardo Contreras Soto, con una estructura muy parecida a la de una sinfonía: el primer movimiento –Noche de los mayas– puede tomarse como “obertura”, el segundo como el “scherzo”, la tercera sección correspondiente a la sección lenta y lírica, y el final realizado a la manera de un tema con variaciones. Aquí Limantour permite que los percusionistas hagan gala de su virtuosismo y capacidad de improvisación al dejar, después de la introducción de este movimiento, una sección libre para que se toque algo parecido a una “cadenza a piacere”; posterior a la presentación de las variaciones, y según la pluma de Eduardo Neri, “culmina (el movimiento) con la reaparición cíclica, inevitable, fatal, del portentoso tema que inicia La noche de los mayas.”

JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ

Descargas disponibles:

Silvestre Revueltas: Redes, suite orquestal.

Silvestre Revueltas: La noche de los mayas.

Versiones: Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México. Fernando Lozano, director.

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